The forced migration of face-to-face universities to a distance education model due to COVID-19 has highlighted the shortcomings of teachers’ digital competence. Using a descriptive and inferential cross-sectional design, this study analyzes the digital competence level with which teachers transitioned to emergency remote teaching during confinement and explores digital training’s impact on the proficiency of such competence and identifies the digital teacher profiles. For this purpose, a questionnaire was applied to a sample of 220 teachers from a Spanish public university. The main findings reveal an intermediate level of digital competence with fluctuations among the competency areas. It was found that previous digital training seems to have been a necessary but not sufficient condition for optimal migration. Finally, five digital profiles are detected: objectors, laggards, confident, learners and avant-gardists. It concludes with the need to establish training plans based on a digital competency diagnosis, the implementation of technological tools in teaching, and the use of innovative pedagogical and methodological approaches. It is recommended to further expand the research by incorporating other variables to validate these preliminary findings.
La migración forzosa de las universidades presenciales a un modelo de educación a distancia a causa del COVID-19 ha evidenciado los déficits existentes en relación con la competencia digital docente. Mediante un diseño descriptivo e inferencial de corte transversal, este estudio analiza el nivel de competencia digital con el que los docentes transitaron a la enseñanza remota de emergencia durante el confinamiento, explora la incidencia de la formación en el dominio de dicha competencia e identifica los perfiles digitales docenes. Para ello, se aplicó un cuestionario a una muestra de 220 docentes de una universidad pública española. Los principales hallazgos revelan un nivel intermedio en la competencia digital con oscilaciones en las diferentes áreas competenciales. Además, se constata que la formación digital previa parece haber sido una condición necesaria pero no suficiente para realizar una migración óptima. Finalmente, se detectan cinco perfiles digitales: objetores, rezagados, confiados, aprendices y vanguardistas. Se concluye con la necesidad de establecer planes de formación cuyo diseño pivote en torno a un diagnóstico de las competencias digitales, la aplicación de herramientas tecnológicas a la enseñanza y la adopción de nuevos enfoques pedagógicos y metodológicos. Se recomienda ampliar la investigación incorporando otras variables para validar estos hallazgos preliminares.