“…Las investigaciones al respecto han coincidido en que la intervención que se haga en educación nutricional durante los primeros años de vida influirá significativamente en las preferencias nutricionales y los estilos de vida saludables de los niños. Estudios como los de Cárcamo y Mena (2006), López et al (2007), García, Liévano, Liévano, Leclercq y Moreno (2008), Cabello y Reyes (2011), González et al (2012), Franco (2013), Silva, Jiménez y Hernández (2013, Arboleda (2014) y Campos y Reyes (2014), aseguran que dentro de la familia la madre es la responsable, en la mayoría de los casos, de transmitir a sus hijos las prácticas nutricionales y de esta manera incidir en sus comportamientos alimentarios. Teniendo en cuenta que la mayoría de estos estudios se llevaron a cabo en México y que el tipo de metodología utilizada fue tanto cuantitativa como cualitativa, utilizando en su mayoría cuestionarios y entrevistas respectivamente, se encontró que un aspecto poco estudiado en estas investigaciones es el tipo de educación nutricional con que cuentan estas madres, así como el origen de sus creencias alimentarias dada la influencia que ejercen dentro de las familias.…”