Introducción.
La esclerosis múltiple afecta principalmente a mujeres en edad fértil, y el período de gestación y posparto es de especial interés por las peculiaridades que comporta en cuanto a evolución de la enfermedad y por las consecuencias terapéuticas que se derivan. En el período de lactancia materna (LM), la elección de la estrategia de tratamiento debe poner en una balanza, por un lado, los beneficios bien establecidos de la LM para el recién nacido y su madre y, por el otro, el perfil de seguridad y potenciales efectos adversos en el lactante derivados de la exposición a los fármacos modificadores de la enfermedad, por transferencia a través de leche materna.
Desarrollo.
Se realiza una revisión de la evidencia actual acerca de la seguridad de los fármacos modificadores de la enfermedad disponibles para el tratamiento de la esclerosis múltiple durante el período de LM, y se recogen datos de transferencia de los diferentes fármacos a la leche materna, así como los potenciales efectos adversos descritos en el lactante. Los fármacos considerados de primera elección durante este período son el interferón beta y el acetato de glatiramer. El resto de los fármacos modificadores de la enfermedad no están aceptados para su utilización en el período de LM por ficha técnica. Sin embargo, en los últimos años, se han publicado datos de estudios de práctica clínica y series de casos que indican que algunos de estos fármacos podrían utilizarse con seguridad durante este período.
Conclusiones.
Teniendo en cuenta los beneficios reconocidos de la LM para la salud tanto de la madre como del lactante, se debe recomendar la LM exclusiva a las pacientes con esclerosis múltiple siempre que sea posible. Es fundamental realizar una evaluación individualizada previa al embarazo y valorar las diferentes opciones de tratamiento en función de cada paciente.