Las relaciones exteriores fueron fundamentales para el proceso de construcción de los estados latinoamericanos decimonónicos, por lo que también lo son para entender su variado devenir. En el texto presente, son analizadas dos políticas diplomáticas del gobierno boliviano de José Ballivián (1841-1847) con relación a la formación de una imagen de Bolivia como actor regional independiente, que fueron canalizadas a través de sucesos como el Congreso de Lima de 1847 y la llegada de los exiliados unitarios argentinos al país.