Consciente del significado de las interrelaciones, se considera relevante la competencia de una lengua originaria en los médicos de atención primaria y hospitalaria en sociedades y comunidades donde confluye el pluralismo cultural asistencial, en congruencia, para aproximar el contexto sociomédico y los actores específicos institucionales y comunitarios, en aras de resignificar la relación médico-paciente desde la autenticidad dialéctica de los grupos autóctonos que posibiliten atenuar los desencuentros lingüísticos dentro de los contextos plurales, otorgando el manejo integral del paciente y responder a las necesidades sanitarias, una práctica compleja y retadora para reconocer la heterogeneidad étnica y cultural.