“…Como resultado de este fenómeno se presentan condiciones que favorecen lluvias muy fuertes; conllevando a la activación de las quebradas, huaicos, inundaciones y aguas estancadas en las diferentes ciudades afectadas, lo que ocasiona presencia de enfermedades infecciosas como dengue, leptospirosis, chikungunya, conjuntivitis, infecciones respiratorias y de la piel (a consecuencia del polvo); infecciones diarreicas (producto de aguas estancadas y escasez de agua potable) (2) ; pero, también, enfermedades no infecciosas, como aquellas que afectan la esfera mental, y que son secundarias al enfrentamiento ante este fenómeno, destacan: el trastorno de ansiedad, el trastorno depresivo (que se presentan, generalmente, a pocos días de ocurrido el evento), así como el trastorno de estrés postraumático (que se evidencia, generalmente, luego de 4 a 6 semanas del evento) (3) . El 16 de marzo de 2017; en la provincia de Trujillo, departamento de La Libertad, se inició una cadena de huaicos, producto de la activación de las diferentes quebradas, como consecuencia de las precipitaciones pluviales, debidas al fenómeno El Niño Costero, una de ellas la quebrada de San Idelfonso, que afectaron a gran parte de la población, en especial a los habitantes de Río Seco, y El Porvenir.…”