“…En el mismo informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (2021), identifica un total de 797.687 microempresas operativas en el territorio ecuatoriano, compuesta por el 93.86% del tejido empresarial a nivel nacional; adicionalmente el nivel de informalidad de estos negocios se ha visto afectado en los últimos años, de acuerdo a las cifras de empleo informal que datan desde junio del 2007 a enero del 2022, existiendo un incremento del 12,25%. Entre los problemas que enfrentan los microempresarios, originada por no existir una obligatoriedad fiscal en la utilización de herramientas contables para la determinación de su situación financiera, están el desconocimiento de los valores y cuentas que poseen en activos, pasivos y patrimonio (Flores Ruiz et al, 2018), pues el único control que suelen llevar es un registro de ingresos y gastos o realizan una contabilidad enmarcada en lo tributario. Además, este sector dispone de escasos valores de capital e inversión, ya que, para la gran mayoría, las remuneraciones de sus actividades no cubren los gastos asumidos por su propietario y por tal razón se incurre en descapitalización (Ojeda & Guadalupe, 2016) dicha situación se da producto de la falta de conocimiento de sus resultados económicos y uso de herramientas financieras.…”