“…En cuanto a las complicaciones quirúrgicas, la fístula de LCR estuvo presente en el 8% de los pacientes (1 caso), la cual fue resuelta con procedimientos endoscópicos endonasales, sin necesidad de craneotomía. La fístula de LCR como resultado del gran defecto de la base craneal y la dificultad en el proceso de reparación quirúrgica ha sido el argumento que de forma tradicional han planteado muchos autores para abordar estos tumores por vías transcraneales, prefiriendo un Simpson II 1,2,5,14,20 . Con el surgimiento de la filosofía de los colgajos vascularizados en el proceso de reparación de la base craneal, los resultados se han transformado de forma dramática, con incidencias de fístulas de un 40% inicialmente a un 5,4% después del surgimiento del colgajo nasoseptal 32,34 .…”