“…Por un lado, tenemos la atención médica focalizada en la infancia con necesidades asistenciales especiales y que, por tanto, requiere de servicios de salud o sociales complementarios (tratamiento psicológico, kinésico, ludoterapia, terapia ocupacional, atención temprana, cuidados a domicilio, servicios sociales, entre otros). Por otro, está la atención educativa que se ocupa del estudiantado con necesidades educativas especiales y que, por ello, requiere de apoyos complementarios para acceder al currículo o a un currículo adaptado que considere aspectos sociales, emocionales y afectivos (García Docampo, 2017;Latorre Medina & Blanco Encomienda, 2010).…”