ResumenEl objetivo de este trabajo es tratar de justificar las diferencias de género encontradas en los principales factores que integran la Inteligencia Emocional, desde la perspectiva del Modelo de Habilidad de Mayer y Salovey (1997). Para ello, realizamos una revisión sobre las diferentes pautas de socialización emocional que utilizan los padres en función del género de sus hijos y de qué modo repercuten en el desarrollo diferencial de las competencias emocionales, haciendo una comparación entre éstas y los resultados de las investigaciones en el campo de la Inteligencia Emocional. Se discuten los resultados obtenidos a través de la citada revisión, sus implicaciones, así como las necesarias futuras líneas de investigación al respecto.Palabras Clave: competencias emocionales, género, socialización, inteligencia emocional.
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AbstractThis article attempts to justify gender differences found for the main factors that comprise emotional intelligence from the standpoint of the Mayer and Salovey Skill Model (1997). In order to do so, we carry out a review of the different emotional socialization patterns used by parents on the basis of their children's gender and look into their impact on the differential development of emotional competencies, comparing these with the findings of research conducted in the field of Emotional Intelligence. Results from this review and their implications are discussed, as well as necessary lines for future research.Keywords: emotional competencies, gender, socialization, emotional intelligence. Se ha afirmado que suelen ser emocionalmente más expresivas que los varones, que tienen una mayor comprensión de las emociones y que suelen mostrar mayor habilidad en ciertas competencias interpersonales: reconocen mejor las emociones en los demás y son más perceptivas y empáticas (Aquino, 2003;Argyle, 1990;Hargie, Saunders, y Dickson, 1995;Lafferty, 2004;Tapia y Marsh II, 2006;Trobst, Collins, y Embree, 1994). Además, existen evidencias de que determinadas áreas del cerebro, dedicadas al procesamiento emocional, pueden ser más grandes en las mujeres que en los hombres (Baron-Cohen, 2003Gur, Gunning-Dixon, Bilker y Gur, 2002) y que la actividad cerebral también muestra diferencias en función del sexo (Jaušovec y Jaušovec, 2005).Si buscamos el origen de estas diferencias deberíamos retrotraernos hasta la infancia, donde se forjan estas competencias. Diversos estudios muestran los distintos mundos emocionales en los que crecen las niñas y los niños, resaltando las diferencias sexuales en la socialización e instrucción emocional. tos a sus hijos pequeños, suelen utilizar palabras más cargadas emocionalmente con las niñas que con los niños. Los padres tienden a hablar más sobre emociones con sus hijas que con sus hijos. Las madres conversan sobre aspectos emocionales y usan más términos emocionales que los padres y cuando, por su parte, juegan con sus hijos e hijas, expresan un espectro más amplio de emociones en el caso de que lo hagan con las niñas, y son también más detallistas con ell...