“…El liderazgo de género, a su vez, se considera un proceso en el cual se es capaz de producir algún cambio, como líder, a sus seguidores; la influencia ejercida debe permitir su motivación, desarrollo de competencias, el carácter, entre otros (Vázquez Toledo et al, 2014). Asimismo, el liderazgo ha sido tradicionalmente un fenómeno asociado al género masculino; refiriéndose a esta peculiaridad, diciendo que al pensar en puestos de liderazgo, también se piensa en un hombre, reproduciendo el lenguaje androcéntrico y el fenómeno llamado: pensar en gerente, pensar en hombre, también conocido en inglés como "think manager, think male", el cual sugiere que si usted es como la mayoría de las personas, probablemente pensó en un hombre; en otras palabras: la asociación automática que la mayoría de la gente hace con la palabra "líder" o "gerente" es masculina y/o tiene cualidades y características masculinas (Benavídez et al, 2018;Castañeda, 2021;Cuevas-López & Díaz-Rosas, 2015;Díaz Gómez, 2020;Moncayo Orjuela & Zuluaga, 2015).…”