“…Existen algunos estudios que sugieren que esta situación puede significar un mayor riesgo para la salud mental del niño. Por ejemplo, en una investigación realizada recientemente en argentina se demostró que los niños pequeños con síndromes genéticos y malformaciones congénitas tienen significativamente niveles más altos de problemas de salud mental, en comparación con sus pares sin problemas de salud (Vázquez, 2015 ) Desde la psicología de la salud, se ha buscado estudiar factores cognitivos relacionados a distintas enfermedades genéticas y malformaciones congénitas encontrando que las personas con síndromes genéticos pueden presentar dificultades cognitivas generales como en el caso de Sindrome de Down, o dificultades específicas, por ejemplo, en la teoría de la mente en el caso del Sindrome de Turner (Aguilar, López, Agulla, Lopez Morales, & Urquijo, 2019;Robles-Bello & Sánchez-Teruel, 2020). A su vez, se ha despertado un interés por la intervención psicológica en este tipo de patologías concluyendo que es necesario considerar la intervención temprana como una intervención necesaria en estas enfermedades (Robles-Bello & Sánchez-Teruel, 2020).…”