El rastrojo de maíz siempre se ha utilizado como fuente de alimento para ganado bovino, caprino y ovino, aunque las gramíneas forrajeras presentan una serie de bondades que incrementan la producción de leche, carne y mejorar la eficiencia reproductiva de los rebaños. El experimento se llevó a cabo con el objetivo de conocer la producción de rastrojo y rendimiento de grano en cuatro maíces nativos y dos híbridos en Guasave, Sinaloa. Se utilizaron seis genotipos de maíz, cuatro son nativos (amarillo de Tlaxcala, azul de Oaxaca y rojo de Veracruz y blanco de Puebla) y dos híbridos (4050 Dekalb® e Hipopótamo Asgrow®). El diseño experimental y tratamientos fueron establecidos y analizados en un diseño completamente al azar con tres repeticiones, se midieron variables agronómicas, rendimiento de grano y biomasa. Se realizó un análisis de varianza, prueba de comparación de medias Tukey (α≤ 0.05). Los resultados muestran que los parámetros estadísticos evidencian una amplia diversidad entre los materiales evaluados de maíces nativos, en los atributos agronómicos y biomasa. La comparación de medias de las variables muestra que el genotipo blanco produjo mayor altura, número de hojas, área foliar, biomasa total y rastrojo. El maíz nativo blanco obtuvo en producción de rastrojo 44% más que híbrido hipopótamo. El maíz blanco genero mejores características para la obtención de forraje por la mayor altura, número de hojas, área foliar y biomasa total, además tiene el rendimiento mayor de los cuatro genotipos nativos. La conclusión fue que el genotipo de maíz blanco tiene las mejores características para la producción de forraje.