El objetivo del artículo es analizar las implicaciones de la política de Reservas de Biosfera impuesta desde el derecho internacional y adoptada por la legislación ambiental mexicana en la gestión local de los bienes naturales, especialmente el agua. El estudio de caso es sobre Cerro Grande, en la Reserva de Biosfera Sierra de Manantlán, en el occidente de México, donde, por un lado, se limita el aprovechamiento local de los bienes naturales, y por otro, se posibilita la extracción de agua para la ciudad de Colima. Para este examen se consideran tres corrientes de preocupación ambiental: el medioambientalismo occidental centrado en la conservación, la justicia ambiental que pugna por la equidad social y la propuesta de Jorge Riechmann que promueve la justicia de la biosfera como preocupación inter especies. El análisis muestra que la política de reservas de biosfera se encuentra dentro de la lógica del medioambientalismo occidental, centrando en una visión conservacionista y utilitarista de la naturaleza, disociada de lo humano-social, y concluye que la política de las reservas de biosfera, resulta insuficiente para resolver la afectación socioambiental del modelo económico dominante al no cuestionar la incoherencia lógica y territorial del denominado desarrollo sostenible; siendo pertinente teóricamente la propuesta de justicia ambiental de Jorge Riechmann, como biocentrismo moderado, para la búsqueda de una justicia integral en Cerro Grande-Zacualpan más allá del medioambientalismo conservacionista de las reservas