“…Sin embargo, hay que hacer una distinción imprescindible para, dentro de esta descripción, situar el análisis. La construcción de esta nueva ciudad vertical se expresa, según algunos autores, en la materialización de una dualidad de lo urbano: la ciudad excepcional versus la ciudad común; búnkeres privilegiados versus guetos de marginación, que van colonizando el territorio bajo una aparente homogeneidad morfológica (verticalización) pero con lógicas, objetivos y expresiones radicalmente distintos (Appert et al, 2017). Dentro de esta dualidad de lo urbano, las expresiones más claras en su materialización son la emergencia, por un lado, de departamentos de alto valor (enclaves privados de lujo) y, por otro lado, departamentos para inversión anclados en un próspero mercado de renta, el cual ha concentrado la propiedad en un reducido número de propietarios y cuya calidad es objeto de debate en función de su tamaño, asequibilidad e idoneidad como hábitat residencial (Easthope y Randolph, 2009;Nethercote y Horne, 2016).…”