Este artículo presenta una visión general de mi trabajo en filosofía, desde mi primer libro sobre Friedrich Schiller y la relevancia política de lo sublime estético, hasta mi proyecto más reciente sobre la escucha de violencias de carácter traumático. Comienzo con una reflexión corta sobre la naturaleza de este recorrido autobiográfico, para pasar, en un segundo momento, a abordar la pregunta por una dimensión estética de la crítica filosófica. Al tomar como punto de partida la estética entendida y desplegada como crítica, paso entonces en una última sección del artículo a preguntarme por los marcos específicos o gramáticas de sentido que definen de antemano las condiciones de audibilidad en contextos de producción de memoria y de conocimiento histórico. En estos contextos me interesa particularmente rastrear la pregunta por formas de violencia histórica, política e institucional que producen silenciamiento y borramiento. Pongo en diálogo esto último con los estudios descoloniales, para proponer una (re)interpretación de la violencia colonizadora como una forma de “violencia traumática”, entendiendo que uno de los aspectos centrales de esta última es que no sólo consiste en un asalto a la vida, sino a las condiciones de producción de sentido que la hacen legible. En este contexto, mi proyecto sobre las gramáticas de la escucha, conectado con una reflexión filosófica sobre la injusticia y la violencia epistémicas, y articulada desde una perspectiva estética y descolonial, busca descifrar estas complejas intersecciones, al tiempo que explica por qué una forma radical de escucha es una estrategia subversiva/imaginativa esencial contra la violencia traumática/colonial.