“…El DSM-V (APA, 2012, p. 24) lo define como "dificultades persistentes en la adquisición y uso del lenguaje en todas las modalidades (es decir, hablado, escrito, lenguaje de signos u otro) debido a deficiencias de la comprensión o la producción…". Pese a la tipificación de especificidad, se ha estudiado que las alteraciones verbales coexisten con otras dificultades cognitivas no lingüísticas (Carballo, 2012;Mendoza, 2012). Este descenso lingüístico en edades preescolares, frecuentemente, se constituye como un precursor de dificultades académicas y de lenguaje que persisten a través de la niñez y de la adolescencia (Stothard, Snowling, Bishop, Chipchase & Kaplan, 1998;Martínez, Herrera, Valle y Vásquez, 2002).…”