Entendidas como los grupos sociales que se ubican en la cúspide de la escala social, las élites son un actor central en las sociedades modernas. Aunque heterogéneos, estos grupos pueden caracterizarse por influir política y socialmente en los niveles locales y globales, por estar altamente imbricados con la producción y distribución del conocimiento y por utilizar el mantra meritocrático como fundamento principal para justificar sus privilegios. Aunque estas características posicionan a las élites como sujetos sociales relevantes en las sociedades contemporáneas, desde el Trabajo Social no se ha explorado mayormente cómo podría pensarse una agenda de intervención e investigación social disciplinar con/sobre/para estos sujetos. Como forma de abordar este vacío, en este ensayo exploro cómo es posible entender a las personas que más privilegios y capitales tienen como sujetos de intervención social. A partir de un ensayo teórico, se exploran cuatro posibilidades de investigación y acción disciplinar: la generación de intervenciones que permitan romper o limitar los procesos de reproducción de las élites; la construcción de mecanismos y dispositivos de intervención e investigación que permitan disminuir brechas sociales y “acercar” a la élite al resto de la sociedad; la necesidad de entender a las élites como parte de las comunidades políticas contemporáneas, destacando su rol en desafíos como la crisis climática, la xenofobia o la crisis de la democracia y; la necesidad de discutir las formas en cómo la propia disciplina genera procesos y mecanismos de (re)producción de las élites de conocimiento al interior de la disciplina. Finalmente, se reflexiona en qué medida esta agenda permite interrogar el locus mismo de lo que es el Trabajo Social, así como los fundamentos históricos y políticos de la disciplina.