Esta investigación analiza la interpretación hegeliana de América. Por un lado, mostraremos su carácter más problemático, al reducir toda actividad del hombre americano como parte de la categoría «culturas naturales», aun cuando se registraron noticias de las civilizaciones azteca e inca. Por otro lado, también se revalorará a las civilizaciones aludidas, especialmente la andina, teniendo en cuenta la concepción hegeliana de la historia. Dicha reconsideración encuentra suficiente sustento para afirmar, contrario a lo propuesto por Hegel, que los incas fueron un imperio, o, en otras palabras, una civilización semejante a las que existieron en Asia, África y Europa. Asimismo, se muestra que en el territorio andino se desplegó un espíritu propio, impulsando el desarrollo de los diferentes pueblos; a su vez, alcanzado su máxima expresión en el imperio de los incas o Tawantinsuyu.