2012
DOI: 10.30972/nvt.073179
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Heteronormatividad y cuerpo sexuado: los placeres de la familia

Abstract: <p>El propósito del presente artículo consiste en ofrecer una aproximación a la invención en la segunda mitad del siglo XIX de la heterosexualidad, entendida como norma. Para ello, nos centraremos en una serie de nombres y documentos de la medicina y la antropología europeas del momento, capitales a la hora de comprender cómo la ciencia y la política (otro modo de hablar de la verdad y el poder) aúnan voluntades para establecer un modelo tanto de los cuerpos como de las identidades sexuales, las relacion… Show more

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“…valores que pregonan [los medios] tienen su fundamento en las grandes religiones" (Yehya, 1996, p.8) Dentro de esta definición y promoción de valores que se utilizan para mantener "los estándares de lo que puede ser aceptable [o no] en términos morales" (Yehya, 1996, p.8), observamos que el autor atribuye la instauración de dichos valores principalmente a las grandes religiones. Para las sociedades occidentales es probable que estos estándares morales encuentren una parte de su fundamento en las raíces judeocristianas de la heteronormatividad (Tudela, 2012). A pesar de ello, es factible sugerir que las diferentes corrientes políticas, junto con sus respectivos actores, también tienen cierta injerencia en los medios de comunicación y sean una pieza fundamental del total de los encargados de la regulación de determinados tipos de contenido.…”
Section: Mcnair Sostiene Queunclassified
“…valores que pregonan [los medios] tienen su fundamento en las grandes religiones" (Yehya, 1996, p.8) Dentro de esta definición y promoción de valores que se utilizan para mantener "los estándares de lo que puede ser aceptable [o no] en términos morales" (Yehya, 1996, p.8), observamos que el autor atribuye la instauración de dichos valores principalmente a las grandes religiones. Para las sociedades occidentales es probable que estos estándares morales encuentren una parte de su fundamento en las raíces judeocristianas de la heteronormatividad (Tudela, 2012). A pesar de ello, es factible sugerir que las diferentes corrientes políticas, junto con sus respectivos actores, también tienen cierta injerencia en los medios de comunicación y sean una pieza fundamental del total de los encargados de la regulación de determinados tipos de contenido.…”
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