En los medios hospitalarios peruanos hay un riesgo muy elevado de adquirir tuberculosis (1) , que se puede extender a otros niveles de atención. Por ello, se han emitido recomendaciones y guías nacionales e internacionales para la prevención y control de tuberculosis. Sin embargo, un tema crítico aún por resolver en nuestro país son los problemas de implementación de estas recomendaciones y guías (2) ; en este contexto, es importante hacer que el personal adopte las medidas de protección establecidas.Los profesionales de salud conocen las formas de contagio de tuberculosis y reconocen la existencia de medidas de prevención básicas como el uso de mascarillas faciales; sin embargo, esto no asegura que acaten estas medidas (1,3) . Este problema no solo se debe a disponibilidad de recursos que pueda utilizar el personal de salud para protegerse sino que también podría implicar la poca disposición a acatar, por diversos motivos, las medidas establecidas.Actitudes como la disconformidad que expresan algunos profesionales de la salud con respecto al uso y a las características de las mascarillas faciales (3,4) , teniendo en cuenta la evidencia que sugeriría que no ocurren variaciones fisiológicas o subjetivas significativas producto del uso de máscaras quirúrgicas durante una hora (5) , serían una muestra de poca colaboración al cumplimiento de las normas. Sin embargo, este no es el único argumento. Otros más preocupantes tratan sobre que el uso de máscaras faciales podría hacer que el paciente se sienta discriminado; incluso están los profesionales que indican que es una medida poco útil puesto que ellos llevan varios años en el mismo establecimiento y no han contraído tuberculosis ni