A David S. Landes no le gustan ni la Nueva Historia Económica ni los cliómetras, pero es un gran historiador económico. Ahora, ya con años —hace casi cincuenta que apareció su primer trabajo—, acaba de publicar una magna obra sobre la riqueza y la pobreza de las naciones, donde recoge investigaciones, lecturas y enseñanzas de medio siglo (Landes, 1998).Sin la capacidad teórica del escocés, es un buen imitador de Adam Smith, al que cita a menudo, aunque, sin duda por una errata, La riqueza de las naciones, a la que se hace referencia detallada una docena de veces, no figure en la bibliografía final. Se distingue de aquél en que incluye la pobreza en el título de su obra, con lo que Landes señala uno de los rasgos fundamentales de la historia económica contemporánea, en el que insiste a lo largo del texto: la creciente desigualdad desde finales del siglo XVIII o principios del XIX entre países ricos y pobres.