“…En grupos heterogéneos, el propio alumnado es un recurso muy valioso cuando se promueven interacciones de aprendizaje entre alumnado diverso. Cuando esto ocurre, los niños y niñas con más dificultades, incluyendo aquellos con necesidades especiales, encuentran una de las principales fuentes de apoyo para su inclusión en sus propios compañeros y compañeras (Jenkins, Antil, Wayne & Vadasy, 2003). En la escuela estudiada, las aulas están organizadas de manera que permiten estas interacciones de ayuda, alternando alumnos con más y con menos dificultades, tal como explica María, la tutora de Sergio, quien promueve y anima estas interacciones: Tal como la maestra resalta, de esta manera, aunque los niños que más pueden ayudar en un principio puedan preferir trabajar solos para poder hacer más ejercicios en el mismo tiempo, mostrando una conducta de competitividad, han aprendido que ayudando a otros niños recuerdan y consolidan mejor sus aprendizajes, lo que revierte en un beneficio propio, y promueve además valores igualitarios y solidarios.…”