“…Por ello, es fundamental consolidar culturas y prácticas inclusivas en las universidades para erradicar la visión deficitaria de discapacidad que por años ha prevalecido en ese contexto, pues solamente una percepción favorable sin los cambios anteriores no será suficiente (Bravo Mancero y SantosJiménez, 2019;Cruz-Vadillo, 2016;Helena Martins et al, 2018;Hernández Garre et al, 2019;Leiva Olivencia et al, 2019).En cambio, otras investigaciones señalan que en las universidades existen actitudes negativas, pues se continúa visualizando la discapacidad como una cuestión tradicional deficitaria, lo que genera exclusión educativa, dado que no se valoran las habilidades de dichas personas. También, hay algunos otros aspectos puntuales, entre ellos: la falta de formación del profesorado, el limitado conocimiento de cómo atender a tal alumnado, el desconocimiento de las normativas sobre la temática, la reducción de oportunidades, la participación desigual, el restringido acceso a los recursos, la marginación de las relaciones interpersonales, la incapacidad en la articulación de los servicios ofrecidos y la inexistencia de protocolos (Abu-Hamour, 2013; Costea-Bărluţiu y Rusu, 2015; Fontana-Hernández y Vargas-Dengo, 2018;Li et al, 2021;Villafañe et al, 2016).En consecuencia, un cambio de paradigma sobre la conceptualización de discapacidad, aumentar el acceso del alumnado en situación de discapacidad en el nivel superior y brindar formación obligatoria en materia de accesibilidad académica al estudiantado de las diferentes carreras universitarias, puede contribuir a generar actitudes positivas hacia este colectivo (López Bastías y Moreno Rodríguez, 2019).3. DISCAPACIDAD E INCLUSIÓN EDUCATIVA: UNA BREVE PERSPECTIVA La discapacidad a lo largo de la historia ha sido entendida desde múltiples perspectivas.…”