El mundo enfrenta con urgencia la necesidad de una “transformación verde”, que implica no solo una transición hacia el uso de energías renovables y la reducción de la pérdida de biodiversidad, sino también un profundo cambio social hacia la justicia social y la sostenibilidad. Ello requiere de compromisos sociales entre élites y sectores populares que permitan construir instituciones fuertes para implementar cambios. América Latina afronta enormes desafíos para aumentar la igualdad, la justicia y la sostenibilidad, pero también puede jugar un papel fundamental en la transformación verde global. La región también se caracteriza por tener élites robustas, fuertes movimientos socioambientales y profundos conflictos ambientales, que dificultan los compromisos sociales. Este documento analiza las reacciones de las élites al acuerdo regional más avanzado sobre regulación ambiental y resolución de conflictos, el Acuerdo de Escazù. En muchos países, las élites se opusieron con vehemencia, arguyendo la injerencia sobre su soberanía nacional, pero rechazando particularmente las implicaciones institucionales del acuerdo que suponen un mayor compromiso para permitir la participación popular. A esto se opusieron las élites económicas de los países democráticos (Chile, Colombia, Costa Rica y Perú), así como las élites gubernamentales de los países autoritarios (El Salvador y Venezuela). Sin embargo, en varios casos, la oposición de las élites fue superada gracias a la movilización social y al diálogo. Este documento analiza los aprendizajes de las reacciones de las élites al Acuerdo de Escazú ante futuros compromisos sociales como base para el surgimiento de Estados transformadores en América Latina.