El meandro de “Los Garridos”, en el río Jarama, es un claro ejemplo del resultado de la alteración del régimen hidrológico y de profundas modificaciones geomorfológicas. La fotografía aérea de 1975 muestra cómo el inicio de una explotación de áridos en el entorno del meandro origina una corta artificial que se ha mantenido como único cauce y que ha hecho que el meandro no se haya activado desde entonces, presentando actualmente signos de profundo decaimiento de lo que en su día fue un espacio fluvial dinámico y complejo.
Para evaluar escenarios de actuación que permitan rehabilitar hidráulica y ambientalmente este meandro se ha puesto a punto un modelo hidráulico bidimensional (Iber). La caracterización del comportamiento hidráulico obtenido para cada escenario, ha permitido aplicar indicadores ambientales y de coste para poder seleccionar el más eficiente de cara a utilizarlo para el proyecto de rehabilitación.