Resumen: Muchas de las grandes ciudades de España utilizan para el abastecimiento de agua potable la proveniente de embalses. En unos pocos casos se trata de embalses expresamente construidos para esta finalidad y en otros se ha ido priorizando este uso por encima de otros para los que fueron especialmente diseñados. Aunque en todos los embalses el tema de la cantidad es importante, cada vez cobra mayor protagonismo la calidad del agua que almacenan. En este trabajo se pasa revista a las técnicas de gestión de los embalses con vistas a mejorar el agua que suministran aplicado al sistema Sau -Susqueda en el río Ter y a los de La Baells, La Llosa del Cavall y Sant Ponç que abastecen a Barcelona. En los embalses del Ter la gestión de los embalses en los periodos hidrológicos "normales" o "húmedos" se realiza favoreciendo los procesos de autodepuración del agua mediante las comunidades planctónicas y la selección del agua de mejor calidad en "la columna de agua" mediante torres con salidas múltiples. Por el contrario, en los años "secos", con poco volumen de agua almacenada y en los que la calidad del agua empeora de forma ostensible, es necesario realizar trasvases de agua de las cotas en las que la calidad del agua es buena hacia los embalses que se encuentran aguas abajo. En este caso la entrada de agua más fría, y por ello de mayor densidad, hace que se produzca una inyección de agua con mayor concentración de oxígeno en la zona profunda de los embalses de la parte inferior del río y a la vez que se gane cota para aumentar las posibilidades de gestión de las compuertas de profundidad variable. Por el contrario en los embalses del río Llobregat, que son mesotróficos, y por ello de mejor calidad del agua, el criterio que se sigue es el de extraer el agua por el fondo para favorecer la renovación del agua de esta zona y así evitar que se pueda agotar el oxígeno y formar compuestos reducidos o disolución de metales desde el sedimento.
INTRODUCCIÓNLos recientes informes de expertos de las Naciones Unidas sobre cambio climático han tenido una buena aceptación a nivel de los ciudadanos y dirigentes políticos de la gran mayoría de los países europeos. Se puede decir que hay una creciente sensibilización sobre el tema de aprovechamiento de los recursos, especialmente los no renovables, pero también de los renovables en aquellas zonas en la que son escasos.Hasta ahora, la zona mediterránea, ha sido una zona considerada con recursos hídricos suficientes a largo plazo, si bien mal repartidos a escala estacional y con una gran variabilidad interanual. En estos momentos hay un cierto consenso sobre las predicciones de cambio climático que afectaran a la Península Ibérica. Si bien es cierto que habrá un descenso en los aportes por lluvia, el cambio más importante será la alternancia de largos periodos de sequía con otros cortos de lluvias torrenciales de mucha intensi-© Fundación para el Fomento de la Ingeniería del Agua