En este artículo brindamos elementos para comprender la relación entre lo biológico (entendido como lo que se considera innato o heredado genéticamente) y lo social (lo dado por la relación con el ambiente y la experiencia con otros) en la constitución del ser humano. Nuestra perspectiva cuestiona la separación de esas dos esferas al sostener que ellas están entrelazadas en la autopoiesis de lo vivo. Desde la Teoría de la Autopoiesis, entenderemos a los organismos como sistemas cognitivos que dan sentido al mundo en la medida en que se relacionan con él. En esa experiencia de sentido, lo que es el adentro y el afuera se va resignificando, de modo que la vida va encontrando nuevas maneras de complejizarse. La sociedad es uno de los resultados de la complejización de los seres vivos o autopoiéticos, por lo que se discuten las principales propuestas para entender las sociedades desde la autopoiesis. Al final, se plantea que entre las organizaciones sociales hay unas más complejas, y por ende, más inteligentes, de acuerdo al acoplamiento entre los componentes (los individuos que conforman la sociedad) y el acoplamiento del sistema social con los retos que el mundo le exige.