Este artículo argumenta que Perú ofrece una riqueza empírica valiosa para comprender el pragmatismo de la política exterior y la forma como los discursos de la élite se estructuran y redibujan, intentando privilegiar las acciones y los resultados consistentemente, sobre las posturas ideológicas. A pesar de la inestabilidad política de los ochentas y noventas y de los escándalos de corrupción de este siglo por parte de los más altos tomadores de decisión peruanos, Torre Tagle intenta actuar consistentemente de conformidad con los lineamientos de la política exterior, acogiendo un enfoque que privilegia los resultados. Para el análisis, recurro a cinco variables analíticas: el discurso presidencial, el perfil de la élite de la política exterior, la corrupción presidencial, los mecanismos de inserción internacional, el crecimiento económico y el desempeño internacional. El período de tiempo analizado comprende los años 1990-2015, con algunas referencias a sucesos ocurridos entre los años 1985-1990 y 2015-2019.