Las definiciones esencialistas reducen al ser humano a límites mentales, concibiéndolo como un yo solitario y ahistórico. Ricoeur propone la teoría de la identidad narrativa como una alternativa para comprender a partir del lenguaje la historicidad de la identidad, resaltando su dinamismo. Esta revisión busca establecer los aportes de la teoría de la identidad narrativa a la psicología, las ciencias sociales y la educación. En psicología, fundamenta la investigación, la concepción del sí mismo, la psicopatología y la psicoterapia. Aproxima a las ciencias sociales a la relación entre individuo y cultura. Y en el ámbito educativo denota la interrelación entre el individuo y los espacios educativos, además fundamenta la pedagogía.