En el texto se analiza la extensión que el obispado de Calahorra, durante los siglos XII-XIII y a través de sus iglesias, llevó a cabo en el ámbito local de Álava. Las diferentes escalas de análisis muestran realidades diferentes en el proceso. A nivel macro parece que se implantó una estructura organizativa básica, basada en el esquema parroquia < arciprestazgo < arcedianato < obispado, en la primera mitad del siglo XII. A nivel micro, sin embargo, la presencia de esta jerarquía administrativa no supuso una afirmación paralela e inmediata del poder episcopal sobre las iglesias locales. Los documentos evidencian la conflictividad entre los actores que controlaban estos templos y sus rentas, así como los tres grandes obstáculos con los que tuvo que lidiar la diócesis de Calahorra en su expansión: el control monasterial de las iglesias y sus rentas, la devolución de préstamos a la nobleza y los problemas en el cobro de los censos eclesiásticos.