“…Groso modo, la percepción de rebeldía, y poco conscientes de la realidad que atañe la visión adulto céntrica a los jóvenes(Koops&Zuckerman, 2003) resulta, al menos en este caso, algo contraria a la propia percepción del joven, permitiendo entrever que lo que fragmenta la relación con lo instituido por el adulto, es lo que moralmente es percibido como incorrecto -como la corrupción y el clientelismo-y que guarda directa relación, en la mayoría de los casos, con la esfera tradicional de la participación, así como el hermetismo de los bloques políticos a las manifestaciones diversas o contrarias de participación, en cuyo caso se debe citar la criminalización de la protesta, como un medio de prevenir el surgimiento de discursos emergentes.Frente a ello, la capacidad creativa de los jóvenes ha respondido adoptando nuevos escenarios que permiten la diversidad, que evitan los prejuicios(Aliaga, et al, 2015) y que permiten unirse por una causa (Dolan&Brennan, 2016), como es el caso de la Pastoral Juvenil y de su movilización en las plataformas en internet de redes sociales. Así, ésta última, además de permitirles un sentir revolucionario, buscael quehacer colectivo diferenciador al ejercicio de las relaciones de poder(Ortiz, 2011), sin embargo las reducidas posibilidades de encontrar en la Pastoral Juvenil una fuente de empleo o experiencias académicas, hace que los jóvenes intermitentemente se conecten con procesos más largos y funcionen por objetivos de pronto alcance.…”