“…Sin embargo, existen factores, como el deficiente conocimiento y experiencia del personal de salud (9,16,17), la mala actitud del personal hacia el dolor (5,18) o las barreras ambientales de tipo organizacional (déficit de recursos, insuficiente cantidad de personal y, por consiguiente, sobrecarga de pacientes asignados), que son relacionados con un manejo inadecuado (2,4,12,17,19,20). Otros factores se atribuyen a la indicación del tratamiento analgésico en forma intermitente y no con horarios (10,20), así como al temor por parte del personal médico a indicar o administrar algún opioide por miedo a generar adicción y por los posibles efectos secundarios, como depresión respiratoria, náuseas y vómitos (5,16,19,21).…”