El componente florístico-pecuario que integra a los agroecosistemas en Unidades de Producción Familiar (UPF) fomenta la riqueza sociocultural. Se identificó el valor de importancia cultural florístico-pecuario mediante la caracterización, para proponer buenas prácticas de manejo productivo. Para ello de octubre de 2021 a enero de 2022 se aplicaron entrevistas semiestructuradas y recorridos de campo. Se caracterizaron las UPF, prácticas-culturales, rendimiento, precios de venta, tipo de uso, arreglo-distribución espacial y variables físico-ambientales. Asimismo, se detectaron ingresos económicos externos que contribuyen a la economía familiar. Se aplicó índice de importancia cultural (IC), análisis de componentes principales (ACP), Kruskal-Wallis, prueba Tukey y diagrama de Hart. Se registraron dos tipos de agroecosistema, con una pendiente que varió entre 5 y 35 % y temperatura ambiental mínima-máxima de 21.2 °C y 26.3 °C, respectivamente. Las UPF se integraron en mayor porcentaje por adultos mayores con primaria inconclusa. El cultivo de milpa (maíz-frijol-calabaza) tuvo un rendimiento promedio de 244.5 kg de maíz y 33.5 kg de frijol. Se registraron 97 especies florísticas útiles y 14 usos de las mismas. El arreglo florístico espacial fue aleatorio, uniforme y semi-uniforme. El IC florístico-pecuario registró valores altos para: Persea americana (4.5), Phaseolus vulgaris (3.0), Prunus pérsica (3.7) y Zea mays (4.3); pollos (2.3), guajolotes (0.9), patos (0.9) y cerdos (0.9), respectivamente. El ACP florístico-pecuario mostró mayor correlación como: soporte vivo, obtención de frutos y leña; obtención de carne, huevos, como obsequio, cría y abono. A pesar de los problemas económico-migratorios del área evaluada aún preserva el uso cultural florístico-pecuario.