“…Por ejemplo, en el ámbito educativo, consideramos al docente director o líder educativo, como un agente de cambio, un profesional con la capacidad de influir en los demás, lograr que los elementos que componen la organización sean capaces de alcanzar sus metas y transformen su realidad (Acosta & Ponce, 2019) La motivación por el cambio es notorio, cada quien se organiza y cumple con sus funciones encomendadas convencidos de los logros que aspira alcanzar. Todo ello por el ánimo que el líder ejerce en sus discípulos que le permiten trascender personalmente en base a su esfuerzo, motivación y compromiso, cimentados en una cuestión ética, responsabilidad, y fidelidad (Norena et al, 2021) el éxito en la gestión de una institución educativa está estrechamente ligada al cumplimiento de funciones, por lo tanto, el liderazgo directivo es un eje fundamental y de alcance institucional (Salvador & Sánchez, 2018). Del mismo modo, Pedraja et al, (2018) Sotteccani (2017) el liderazgo transformacional es una forma de liderazgo orientado a la gestión de los procedimientos administrativos, genera mayor compromiso y está relacionado con el clima organizacional, generalmente los principios o valores institucionales son tomados como punto de partida hacia la búsqueda de la excelencia, las instituciones suelen trazarse entre sus objetivos que los trabajadores adopten la visión de alcanzar objetivos institucionales, comunes e individuales (Hernández, 2022), Hernández (2022) al respecto añade también, que el desempeño organizacional es óptimo y se alcanza cuando se trabaja en equipo bajo el guía de un líder que es capaz de identificar las competencias de cada trabajador y en base a ello ubicarlo o asignarle las funciones correspondientes, esta forma de liderazgo será las bases que sostengan las modificaciones de la institución hacia el crecimiento y la innovación de forma positiva.…”