“…La función de este tipo de educación es capacitar individuos para el mundo del trabajo e impartir ideologías que se supone son deseables para la sociedad moderna, invisibilizando las necesidades propias del contexto caracterizado por la diversidad social y cultural (Atta-Alla, 2012;Olivera, 2013). La reproducción de la monoculturalidad en los espacios de educación, reproduce conductas discriminatorias excluyentes y racistas, explicitas o implícitas, entre las relaciones de los diferentes actores educativos (Carignan, Sanders, & Pordavood, 2005;Mampaey & Zanoni, 2015;Veldman & Guilfoyle, 2013) Dichas tensiones podrían eventualmente conducir a los estudiantes a un fracaso académico (Milne, Creedy, & West, 2016) frustración de los profesores y de los estudiantes (Bishop, Berryman, Wearmouth, Peter, & Clapham, 2012), conflictos personales, académicos y sociales (Watson & cols., 2002), crisis en su identidad cultural (Cook-Sather, 2015) y una baja tasa de retención de estudiantes pertenecientes a los grupos minoritarios (Chirgwin, 2015).En resumen, se presenta un escenario en el que se mantiene una lógica mono-cultural en la educación universitaria en la medida que se implementan estrategias de acompañamiento y apoyos a estudiantes de culturas minoritarias, sin considerar las variaciones culturales. En efecto, en Chile hay una exploración casi nula de las experiencias universitarias de los estudiantes mapuches y sus profesores universitarios narradas por los propios actores, se hace urgente explorar este problema desde las experiencias universitarias relatadas desde la propia voz de los estudiantes en las dimensiones académicas y socio-afectivas, las cuales podrían aportar a los procesos de inserción, acompañamien-to, permanencia y formación de los estudiantes de pueblos originarios en calidad de futuros profesores.…”