Esta reseña crítica plantea revisar el concepto de homosociabilidad, desarrollado inicialmente por Eve K. Sedwick en 1985, que, a la luz de los feminismos, estudios de género, estudios Queer y en el campo de masculinidades y que hoy tiene particular vigencia y relevancia. Tiene que ver con que un aspecto clave y subyacente de los debates y reflexiones en torno el papel de las masculinidades en las relaciones de género, que se entiende por las relaciones de género que también involucra las relaciones entre bio-hombres, varones o sujetos masculinos. El modo que entendemos las relaciones entre los hombres es vital para ir cimentando la respuesta en vista de la construcción de una masculinidad alternativa. El uso del concepto homosociabilidad ha tomado un camino reflexivo limitado, por lo cual volver sobre la conceptualización inicial (1985) de una de las referentes en la epistemología de género resulta importante para despejar ciertas dudas respecto su aplicación o uso. Se pretende señalar, en base en la reflexión de la autora, dos falencias en el uso de este concepto: primero, que en su uso contemporáneo la homosociabilidad es solo referido a los hombres (heterosexuales) y, segundo, que supone la reproducción mecánica en función de la masculinidad hegemónica.