Andalucía contaba a finales del medievo con una posición estratégica en las rutas de navegación entre el Atlántico y el Mediterráneo que estimuló el asentamiento de importantes comunidades mercantiles foráneas. Aunque la historiografía ha puesto de relieve que estos contactos produjeron transformaciones de índole social en estos espacios, son escasos los estudios dedicados a la incorporación de estos colectivos en el seno de las instituciones de poder municipal. En este trabajo profundizamos en esta cuestión a través del estudio de Jerez de la Frontera y la familia genovesa de los Adorno. Tomando como fuente principal los fondos de su Archivo Municipal, se han reconstruido el origen y las bases de su poder socioeconómico y político, así como detalles relevantes sobre su integración a través de la construcción de suntuosos enterramientos y políticas matrimoniales. Hemos corroborado cómo una rica familia de mercaderes podía llegar a la cúspide del poder municipal si invertía adecuadamente los beneficios de sus actividades en la compra de oficios de gobierno, propiedades rústicas e inmobiliarias y, sobre todo, rentables enlaces con las antiguas familias dirigentes.