En 1902, en su libro La evolución social del pueblo mexicano, Justo Sierra constató que “el espíritu de la cultura francesa es el ropaje que los países latinos han adoptado desde hace dos siglos”. Esas palabras revelan la importancia que para los hombres de la época tuvieron los modelos franceses para la construcción de sus naciones y revelan la representación favorable que tenían sobre todo lo que venía de Francia. ¿Si el afrancesamiento es una sensibilidad que se desarrolló durante todo el siglo XIX y desbordó parte del XX, qué relaciones guarda con la inmigración gala a México? A partir de una revisión de casi 300 referencias bibliográficas publicadas entre 1919 y 2008, localizadas en bibliotecas mexicanas y francesas, el artículo hace un estudio sobre las prácticas de escritura de la historia de la migración francesa a México, y pone en evidencia la necesidad de ampliar la perspectiva demográfica a la migración de mercancías, capitales, tecnología, saberes, modelos o ideas. Y propone vincular ese enfoque a sus efectos en la sociedad de recepción.