“…En condiciones normales, el Ti forma una película muy estable de TiO2 (dióxido de titanio) y esta es la responsable de su buena resistencia a la corrosión, sin embargo, al someter el material a condiciones de inestabilidad termodinámica (fuera de su estado de menor energía o equilibrio químico con el entorno) esta capa de óxido se ve fuertemente comprometida [4], [5], [6], [7], [8], [9]. Un ejemplo de lo anterior es que los iones cloruro, pueden llegar a causar ruptura de la película protectora, causando migración a través de esta, y por efectos de nucleación causa acumulación de oxicloruros en la interfaz entre el metal y la capa pasiva [10], disminuyendo drásticamente su resistencia a la corrosión, de esta manera, muchos investigadores concentran sus esfuerzos en mejorar las propiedades superficiales de estos materiales, entre las más comunes y que se centran en mejorar la resistencia a la corrosión se encuentra la nitruración, la cual es un proceso que deposita nitrógeno en la superficie del material [11], [12], [13], la cementación que se encarga del aporte de carbono mediante difusión en la superficie [14], la oxidación térmica, cuya finalidad es propiciar la formación de óxidos protectores [15], [16], deposición física de vapor (PVD por sus siglas en inglés) que toma materiales en forma de blancos, los evapora por medio de pulverización catódica y los obliga a depositarse sobre la superficie de un sustrato, otro ejemplo es la deposición química de vapor (CVD por sus siglas en inglés) en la cual se depositan sustancias solidas a partir de compuestos en estado gaseoso mediante reacción química [17], [18].…”