“…Por ejemplo, se mantiene que ser mujer (Dolton & Silles, 2001;Farooq, 2015), pertenecer a una minoría étnica (Verdugo & Verdugo, 1988) o laborar en el sector público (Farooq, 2015), se asocia a menores ingresos. En contraste, poseer grados académicos universitarios o de posgrado (Allen & van der Velden, 2001), recibir capacitación en el trabajo (Alba-Ramírez, 1993), laborar para una empresa grande (Dolton & Silles, 2001;Montenegro & Patrinos, 2013), tener antigüedad laboral (Farooq, 2015) o ser hombre casado (Verdugo & Verdugo, 1988) se relacionan positivamente al ingreso. Finalmente, el tipo de educación recibida también incide sobre el ingreso: tener una ocupación gerencial, profesional o en educación (Dolton & Silles, 2001), haber estudiado en el exterior o una universidad prestigiosa (Farooq, 2015) se asocian con mayores salarios, mientras que haber estudiado artes o humanidades (Dolton & Silles, 2001) se asocia con un menor ingreso.…”