“…Esta complejidad de tareas demanda maestras y maestros bien preparados, en constante proceso de formación y de investigación sobre su propia práctica, buscando siempre mejorarla y adaptarla a la diversidad de intereses, motivaciones y capacidades de su alumnado. No basta con que se hable en clase, hablar y escuchar no son actividades de enseñanza y aprendizaje, es decir, el niño no desarrolla su competencia por el mero hecho de hablar en la asamblea o de contar cuentos ante el grupo (Sánchez Rodríguez & González Aragón, 2016;Enríquez, 2021), requiere de una correcta preparación de los futuros profesionales de la enseñanza que asegure que los docentes desempeñarán su labor proporcionando a los alumnos los recursos y los conocimientos necesarios para desenvolverse con total autonomía en la sociedad, lo que supone una tarea primordial en la escuela. Estas razones avalan la necesidad de tratar de conocer en profundidad -de ahí la opción por el paradigma cualitativo y por la entrevista semiestructurada como instrumento para nuestro estudio-cuáles son las concepciones, la formación previa y la preparación metodológica con que cuentan los docentes de Educación Infantil para la enseñanza de la lengua oral: cómo se produce este proceso en las aulas de esta etapa, en qué se centran los maestros, qué retos afrontan, a qué aspectos les dan más importancia, qué problemas encuentran en la tarea, qué recursos utilizan, etc.…”