El presente artículo plantea el caso de tres críticos marxistas de la cultura, cuyas ideas, nacidas de una raíz teórica común vinculada con el althusserianismo (aunque no solo), han circulado de manera muy desigual a nivel internacional. Para entender la dinámica de poder que propicia tales fl ujos, se aborda en primer lugar un marco teórico anclado en la sociología bourdieusiana de los campos y en las nociones de centro y periferia. También se comentan algunas de las similitudes que comparten estos tres proyectos hermenéuticos. A continuación se desarrollan varias hipótesis explicativas sobre la diferencia de capital simbólico asociado a cada uno de estos intelectuales, lo cual arroja luz o confi rma los procesos transnacionales que, a escala general, han contribuido a consolidar la centralidad internacional del campo intelectual anglosajón.