“…Por último, como variables sociales se suelen estudiar: la edad, que normalmente favorece la no concordancia (D´Aquino, 2004;Freites, 2008;Gómez Molina, 2013: 276), aunque Hernández Cabrera (2016: 158) registra en Las Palmas mayor personalización en las generaciones viejas que en las jóvenes; el género, siendo normalmente las mujeres más conservadoras al no pluralizar (Díaz Campos, 2003;Quintanilla Aguilar, 2009;Gómez Molina, 2013: 281;Hernández Cabrera, 2016: 158;Paredes García, 2016), aunque Castillo-Trelles (2007) y Freites (2008) encuentran que, en su corpus de Yucatán (México) y Táchira (Venezuela) respectivamente, las mujeres pluralizan más que los hombres; y el nivel sociocultural, siendo los grupos instruidos los menos tendentes a la concordancia (Quintanilla Aguilar, 2009;Gómez Molina, 2013: 280;Claes, 2014;Lastra y Martín Butragueño, 2016;Paredes García, 2016), aunque D´Aquino (2004), en Caracas, y Hernández Cabrera (2016: 156), en las Palmas, hallan más casos de pluralización entre las clases medias que en las bajas o altas.…”