Uno de los desafíos fundamentales para asumir las transformaciones de toda índole de cara a una crisis global es cambiar el vínculo que mantenemos con la naturaleza, y ello comporta, en primer lugar, analizar cómo nos relacionamos entre humanos. David Cronenberg, Julio Huayamave y David Jara comparten en común la performatividad de sus poéticas visuales que observan al cuerpo vinculado a una perjudicial noción bio-robótica; sus alegorías tienen un carácter ecocrítico y son nihilistas respecto al supuesto progreso tecnológico. Estos autores abordan la anulación de lo humano ante su contendiente transhumano, así como la desconfiguración de lo comunitario como ámbito donde, en algún momento, imaginamos redimirnos y avanzar.