Centrado en el análisis de la primera de las «Cuestiones a la Metafísica de Aristóteles» de Duns Escoto, este artículo indaga el camino que sigue Duns Escoto para establecer que Dios es el objeto de la metafísica. En este lugar, Duns Escoto asume una posición novedosa con respecto al objeto de la metafísica, pues en sus obras sobre lógica, había señalado que el objeto de esta disciplina es la sustancia, y en la Ordinatio había sostenido que es el ente en cuanto ente. En la primera parte, se muestra el planteamiento de la pregunta y la estructura de la referida cuestión; la segunda parte expone las objeciones de Escoto a Avicena y Averrroes y su propuesta inicial de que la sustancia es el objeto de la metafísica, correspondiente a la primera redacción de la primera de las «Cuestiones Metafísicas». Luego, la tercera parte expone cómo llega Escoto a la tesis de que Dios y el ente en cuanto ente son el objeto de la metafísica, a partir de la renovación del concepto aristotélico de ciencia. Finalmente, se pondera hasta qué punto esta ampliación significa un cambio radical en la concepción metafísica de Escoto.