“…Por ello, los procesos infecciosos como es la Erlichiosis o las deficiencias nutricionales provocan el aumento del tamaño del bazo que a largo plazo si no es tratada a tiempo puede provocar la muerte del animal. Las enfermedades esplénicas son frecuentes en la especie canina, pero la prevalencia real se desconoce, ya que no todos los procesos esplénicos desarrollan sintomatología y muchas veces son hallazgos ecográficos y, cuando lo hacen, es difícil determinar si dicha sintomatología está producida directamente por la enfermedad esplénica o si, por el contrario, la afectación del bazo es una consecuencia más de la enfermedad primaria (Burt et al, 2003;Avante et al, 2018;Dolian, 2018;Jimenez, 2017;O`Brien, Walker y Osgood, 2004) existe una URL relacionada) Los problemas de urolitiasis, microurolitiasis o cálculos renales, son el segundo hallazgo más frecuente en el estudio, y como se ha reportado en diferentes investigaciones, las urolitiasis se presentan con mucha frecuencia en los animales domésticos, siendo esta una de las causas de enfermedades de las vías urinarias bajas. Los factores predisponentes y favorecedores son varios, como son: una alta concentración de sales en la orina, retención de sales y cristales durante un determinado período en las vías urinarias, alteraciones en pH (alcalino, acido a neutro, acido) que favorece la cristalización de las sales, infecciones del tracto urinario por bacterias ureasa positivas (estafilococos, especies de Proteus) provocan urolitiasis por estruvita (primaria o secundaria), hipercalcemia asociadas a urolitos que contienen calcio, los shunts portosistémicos predisponen a la urolitiasis por uratos, hipercloremia, la hipopotasemia y la acidosis pueden estar asociadas con acidosis renal tubular y con urolitos de fosfato cálcico o de estruvita, la edad (perros adultos) y la raza (Dálmata, Yorkshire Terrier, etc.…”