“…Esta sobrecarga de tareas repercute en las mujeres, principalmente en las que tienen hijos en edad escolar, situación que se agudizó durante la pandemia, cuando las madres también se convirtieron en maestras ya que, por su edad, los niños y las niñas tienden a distraerse fácilmente. Pero además, requieren de atención especial derivada del nivel de escolaridad del educando, por lo que durante este periodo las madres dedicaron entre una y cuatro horas diarias a realizar trabajo escolar con los menores, aparte de realizar las actividades cotidianas del hogar y de su trabajo (Linne, 2021), provocando en ellas cansancio físico, mental, irritabilidad, ansiedad, depresión, apatía, enojo, actitudes negativas, insatisfacción y disminución de la productividad, entre otros (Álvarez-Rebolledo y Barrios, 2020). Sin embargo, las mujeres también reconocieron que esta sobrecarga de tareas las hacía sentir responsables y generaba en ellas sentimientos reflexivos y actitudes solidarias .…”