La Estación de la Sabana, el tren en los espacios, los imaginarios y la historia de Bogotá

Abstract

La Estación central del Ferrocarril de la Sabana, contribuyó a la configuración de los imaginarios de progreso y renovación en la sociedad Bogotana de principios de siglo XX. El paso del tren llevó a cuestas la modernización del país, al lomo de esta mula de hierro llegó la civilización y la modernidad a Colombia, sus ciudades fueron comunicadas y el intercambio floreció dejando un legado de construcciones cuyo sentido ha cambiado, pasando del orgullo al olvido y detrimento de su valoración y significado.
 Rescatar la memoria y formar el patrimonio es dar testimonio de lo sucedido en el apogeo del tren y evidenciar su desaparición no sólo del escenario natural sino de los imaginarios de las nuevas generaciones que ahora apelan al recuerdo nostálgico de aquellos que lo vivieron y sintieron, fieles testigos de aquel casi extinto símbolo del progreso de una época.

Imágenes urbanas en el entorno de la Estación de la Sabana de Bogotá, Colombia

“…En general, esta investigación está relacionada con el actual momento de la Estación de la Sabana de Bogotá. Como menciona Castiblanco (2003), "en la actualidad el deterioro que presenta la estructura es indudable ya que la humedad, los gases expelidos por los motores de los automóviles y la suciedad impregnan la edificación; dándole un aspecto de abandono, soledad y olvido" (p. 7). Hoy, el detrimento del sector circundante a la estación del tren, por la gran extensión de terreno que ocupa, ha generado zonas oscuras e inseguras, botaderos de basura, muros invadidos de maleza y fétidos olores debido al uso como baño por parte de algunos transeúntes y habitantes de calle.…”

La Bogotá percibida por los jóvenes universitarios

“…Los diversos relatos que se tejen en torno a un espacio urbano pueden ser de carácter histórico, fantástico o mítico o también pueden constituir reactualizaciones de aquellas narraciones modificadas de acuerdo con las dinámicas y los acontecimientos que ocurren en el espacio habitado, con los cuales sus habitantes pretenden darles sentido y realidad a los diferentes espacios de la ciudad como lo afirma Bloor (2003), por lo cual se requiere revisar las propuestas del programa de marca ciudad propuesta por la Alcaldía Mayor de Bogotá (2000) o con el reexamen de las tradiciones orales, mitos y leyendas de Bogotá (Archivo General de la Nación, 2018) y su actualidad. Respecto a las narrativas, se pueden actualizar los análisis de Arciniegas (2018) y respecto a los signos tradicionales de los espacios públicos considerados por Castiblanco (2003), Libuy García (2007, Mancera (2012), Mendoza (2015 y Mejía (1999) es necesario analizar si son actuales en Bogotá o si los jóvenes actualizan unos nuevos.…”