“…Uno de los grandes retos consiste en definir en qué medida un vocablo es más o menos representativo de un prototipo y cómo se organiza el lexicón mental. En este sentido, existen estudios que analizan los procesos cognitivos en la producción del léxico (Hernández Muñoz, Izura González y Tomé Cornejo, 2014;Hernández Muñoz y Tomé Cornejo, 2017;Sánchez-Saus Laserna, 2019), que representan a través de grafos las relaciones entre palabras (Ferreira, 2006;López González, 2014b;Santos Díaz, 2017b;Matéus Ferro, Castiblanco y Álvarez Bermúdez, 2018;Gómez Devís, 2019), o proponen taxonomías para clasificar los CI (Hernández Muñoz, 2006;Tomé Cornejo, 2011, Sánchez-Saus Laserna, 2019Santos Díaz, 2018).…”